
La caída de agua Mandor, cuenta con una
pendiente de tan solo treinta metros y sus aguas se caracteriza por su
cristalina presencia. Hay que tener presente al visitar la catarata, que esta,
al ser un escenario natural, es el hábitat de importantes especies, algunas en
peligro de extinción, como el oso de anteojos, que suele avistarse en el lugar,
por lo que hay que ser respetuosos con el territorio.
Por otro lado, el
oso de anteojos no es por lo general un animal peligroso, siempre y cuando no
se le moleste o amenace.

Las visitas a la catarata de Mandor, se
pueden realizar durante todo el día, pero se recomienda que estas se hagan en
horas de la mañana. Se puede visitar la catarata solos o en compañía de guías,
aunque el acceso es bastante fácil. Hay que tener presente que, en el
mismo recurso, no existe infraestructura alguna, y que la más próxima se ubica en
Machupicchu.
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